lunes, 30 de enero de 2012

14. Vivencias de xīn líng 心灵

Xīn líng, abstraída, emerge poco a poco del caos que la mantiene alejada del murmullo de la clase. A su conciencia llegan voces flotando, como si caminaran por una nube. Y el aire, que estuvo presente durante el trance, nos susurra con voz apacible el por qué de su turbación.
Durante la espera, la impaciencia ardía agitada y la alegría bailaba con sones de promesa. La decepción no tardó en llegar envuelta en oropel y en maquillaje, y la mentira afloró de golpe como lava de un volcán, arrastrando ilusiones y creando recelo.
Xīn líng lamenta que las revelaciones dolorosas no sigan ocultas. La mentira es una de ellas. Anhela sosegar su alma y acude junto al olivo que la recibe al albur de los vientos, oscilando las hojas y exhalando aromas. Juntos, sus respiraciones se armonizan, y la calma llega apresurada. Cierra los ojos y, como una ráfaga, penetra en la infinitud de su cerebro. Va deslizándose como si anduviera descalza por la arena fina de la playa. Y las palabras, en su afán por serenarla fluyen dulcemente, gravitando, como si estuvieran jugando a columpiarse por un reloj de arena.
La mentira puede hacer daño al que la recibe, pero a quien más perjudica es al mentiroso, ya que lo convierte en indigno de confianza.
Cuando huimos de nuestros actos, estos nos persiguen de uno o de otro modo.
Para mi amigo @manue del foro chino.

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